1. Come frutas y verduras
Todos sabemos que son los mejores alimentos, tienen pocas calorías y muchos
nutrientes. Es recomendable comer 5 porciones al día, de diferentes colores y
de preferencia con cáscara. En la comida y la cena, incluye un plato de
ensalada.
2. Agrega cereales a tu alimentación
Los cereales son fuente de energía porque son carbohidratos naturales que te
proporcionan el combustible que tu cuerpo necesita. Comer entre 6 y 8 porciones
de cereales al día es lo recomendable. Puedes agregarlos a tus ensaladas o
comerlos como colación.
Mantener tu cuerpo hidratado ayuda a tener una mejor digestión. En algunas
ocasiones tu cuerpo confunde el hambre con sed, si tomas agua evitarás alimentos
innecesarios. Es recomendable beber entre 6 y 8 vasos de agua natural o sin
azúcar al día.
4. Evita alimentos con alto nivel calórico
Evita el consumo de alimentos fritos, capeados, empanizados, pan dulce,
caramelos, galletas, etc. Estos alimentos contienen grasas y carbohidratos que
se acumulan y lastiman tu cuerpo. Si se te antoja un postre, recuerda que
siempre lo puedes compartir.
5. Come ordenadamente
Desayuna todos los días. Aunque todas las comidas son importantes, el desayuno
es el único alimentos que no te debes saltar. Lo recomendable es hacer 3
comidas fuertes y 2 colaciones al día. Nunca dejes más de 4 horas sin comer.
6. Disminuye los alimentos de origen animal
Los alimentos de origen animal son los formadores de las grasas saturadas que
ingeridas en exceso originan sobrepeso y obstruyen las arterias. Si se te
antoja mucho la carne te recordamos que lo ideal es comer 3 veces por semana
carne blanca y sólo 1 o 2 veces carne roja.
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